Peñarol bicam.........

Peñarol dio señales de supremacía para abrir por demolición su camino el bicampeonato volviendo a mostrar notables diferencias sobre Atenas como lo había hecho en Mar del Plata. Le sacó 27 puntos en el Orfeo para derrumbarlo 86-59 y poner la serie 3-1. El domingo puede dar la vuelta de local. Es difícil erigir una figura en el marco de un juego colectivo brillante.

No hubo equivalencias entre este Peñarol impecable y un Atenas que no le salió nada. Cuando estaba en partido erró todo y cuando estuvo abajo ya no tuvo capacidad de reacción. Lo que está jugando Peñarol en estas finales es digno de ver. No es casualidad ganar tres partidos por una diferencia tan amplia. Es el mejor momento del torneo para el equipo de Sergio Hernández. Además dio muestras de su capacidad de asimilación de errores borrando con facilidad lo realizado en el juego tres de la serie.

El partido empezó con un tempranero minuto de Sergio Hernández (6-2 a falta de 6:20) que no le gustaba lo que su equipo estaba dando en el cinco vs cinco en ataque. Luego del minuto lo sacó a Tato Rodríguez y lo mandó a Campazzo a la cancha buscando más energía defensiva y orden adelante.

El regreso al campo después del tiempo muerto fue positivo porque la presión en mitad de cancha le dificultó la vida al ataque griego y a su vez se tranquilizo en ofensiva, para hacer circular mejor el balón y encontrar gol con Leo Gutiérrez y Lamonte, así el “milrayitas” pasó al frente 11-14 con un parcial 5-12 en 5 minutos. Atenas se repuso, mejoró su defensa en la parte final del primer cuarto y Lábaque aprovechó un técnico a Leo Gutiérrez para dar vuelta el partido (18/16). El primer segmento cerró con un libre de Lamonte y un doble del rebote ofensivo de su propio libre errado. Esos tres puntos lo pusieron arriba a Peñarol 18/19. El partido era parejo.

Para el segundo cuarto la historia empezó a cambiar. Ale Diez y Martín Leiva formaron una dupla sólida en el juego interior asegurando todos los rebotes, Lamonte se despertó en ataque y con mucha paciencia ofensiva Peñarol fue desarticulando los intentos de la defensa local. Cuando Atenas tuvo el balón en las manos no tuvo gol perimetral, que fue su castigo toda la serie. Cerró el cuarto 0/7 lanzando en 6 manos diferentes, este dato termina siendo clave.

Cuando terminó el primer tiempo (24/36) la falta de gol en Atenas era alarmante. Hizo apenas 6 puntos en el segundo cuarto y erró cerca del canasto y de lejos. No tenía ni un solo jugador encendido que pudiera mantener a su equipo, aunque sea por individualidad.

En el tercer cuarto se terminó la batalla porque Atenas no pudo encauzar el juego, no logró despertar a su ofensiva sabiendo que Peñarol puede tener un partido por menos de los 70 puntos como el lunes pero no dos seguidos, es difícil que no alcance un guarismo muy superior, incluso de visitante.

Y la falta de gol en Atenas fue desmoralizando lentamente al equipo que se quedó sin respuestas para poder frenar el buen juego de pases y la paciencia que tuvo Peñarol. Para cerrar el juego metió 5/8 en triples y 3/5 en dobles, dominó con claridad su propio rebote sin permitir que Atenas pueda corregir algo de lo mucho que erraba.

La gran dupla de foráneos de Atenas no tuvo un buen partido, Lewis y Williams fueron ampliamente dominados por la defensa milrayitas y chocaron más de lo que jugaron.
La respuesta del banco de Peñarol fue el broche de oro para un partido que se quedó sin equivalencias en el final.

Lauría, Safar, Campazzo, Diez mantuvieron la concentración, apadrinados en cancha por un genial Leo Gutiérrez, aprovecharon que Atenas bajó los brazos, que ya no propuso desde su defensa nada. Ni presión, ni dos por uno, estaba mentalmente fuera de juego y Peñarol como absoluto dominador.

Los triples de Safar y Lauría abrieron la brecha a largos 24 puntos de diferencia al comienzo del último parcial (42-66). Desde allí no hubo ningún sobresalto para el equipo de Sergio Hernández que no falló en el cierre y hasta se dio el gusto de terminar algunas acciones lujosas.

La contundencia exhibida por Peñarol fue notable. Dominó con su efectividad, pero también con su juego. Encontró huecos en la defensa rival siendo paciente para pasarse el balón y algunos dobles fueron puro lujo con un último pase como daga en la defensa rival. Terminó con 21asistencias de equipo y su rival apenas 7. Y mató con el 54% en triples (13/24) contra apenas 18% (4/22) del conjunto cordobés. Por tercera vez Peñarol logra una diferencia muy amplia en la final y sabe que acaricia el bicampeonato.

Síntesis
Atenas (59): Bruno Lábaque 16, Juan Manuel Rivero 7, Matías Lescano 7, Greg Lewis 6 y James Williams 6 (FI) Pablo Orlietti 0, Diego Gerbaudo 8, Miguel Gerlero 4, Felipe País 0, Mariano García 5 y Bruno Barovero 0. DT Sebastián González.


Peñarol (86): Sebastián Rodríguez 3, Kyle Lamonte 22, Marcos Mata 3, Leo Gutiérrez 19 y Martín Leiva 11 (FI) Ale Diez 2, Nicolas Lauría 10, Facundo Campazzo 6, Selem Safar 10. DT Sergio Hernández

Parciales: 18-19, 24-36 y 37-58
Árbitros: Chitti – Sampietro y Ramallo
Estadio Superdomo Orfeo

Pablo Tosal
En twitter @pablotosal
www.pickandroll.com.ar