sábado, 28 de mayo de 2011

Con la estirpe del campeón

Peñarol, el actual monarca de la liga esta lanzado a conseguir el bicampeonato y ha logrado sacar adelante un juego parejo y complicado con notable contundencia, para superar a Atenas 82-66 y poner la serie 2-0. Facundo Campazzo fue la figura. El partido cerró con un bochorno tras una falta de Barovero a Lamonte.
Lo que fue era fiesta terminó en bochorno. Una última infracción desarmó un juego pasional, vibrante, parejo, que Peñarol había logrado destrabar con suma contundencia. Atenas pecando por su falta de gol, por su escasa efectividad, contrariado ante los árbitros metió en manos de Barovero, una innecesaria falta final para tanta historia.

Pero vamos por partes. El inicio mismo del partido fue una clara muestra que el partido iba a ser distinto. Atenas logró poner los primeros pasajes en una velocidad conveniente, en tiempo y forma a sus gustos. Lábaque estuvo más sereno, los pases llegaron mejor con el primer pick y de repente Atenas estaba jugando la final.

La paridad se mantuvo todo el segmento inicial porque Peñarol tuvo mucha virtud en su defensa para lograr que Williams jugara muy de frente al canasto para no aprovechar el pick and roll y que lastime cerca del aro, pero James tuvo un tiro muy bueno de media distancia y anotó igual (9). A su lado lo ayudó un activo Lewis (6), que comenzó flojo pero creció con el correr de los minutos.

Peñarol en ataque no estuvo cómodo en todo el segmento, forzó sus tiros de tres puntos buscando soluciones y cuando se dio cuenta de esto, decidió no tomarlos más (2/5) Lamonte buscó atacar el aro, pero todo forzado, muy difícil merced a la buena defensa visitante. Y encima Leiva se puso muy rápido con tres faltas para que salte a la cancha Reinick.

Después de los primeros diez minutos (20-22) el dato clave de lo que seguía tenía que ver con la respuesta del banco de suplentes y como los relevos tendrían injerencia en el desarrollo. Esta fue la fuerza que utilizó Peñarol para volver a poner el juego de su lado. Campazzo, Diez, Reinick, Safar y hasta el regreso de Mata fueron alimentando a su equipo con una defensa muy sólida.

Atenas en cambio sufrió dos problemas, a saber:
Primero: la salida de Lábaque. El técnico Seba González no lo quiso mandar solo a Gerbaudo en el cambio de base x base y probó con la dupla juntos (Gerbaudo - Lábaque), pero cuando Bruno tuvo que descansar Atenas se desordenó. No fue un buen partido en puntos y asistencias de Lábaque pero en esos primeros 13 minutos de juego llevaba el control de los tiempos que era para su equipo de suma importancia.

Segundo: el ingreso de Campazzo. El descontrol, la velocidad, el vértigo que le impone el base suplente de Peñarol es un jeroglífico para la defensa griega.

Cuando reingresó Lábaque no fue el mismo, perdió el dominio de juego y su propio control, yéndose mentalmente en las protestas con los árbitros. Atenas probó cortar el ritmo rival subiendo una presión todo el campo, buscando cortar la primera línea pero no pudo. Peñarol se pasó muy bien el balón y encontró los primeros tiros cómodos, con ventaja para ganar el parcial 22-13 y llevarse el primer tiempo 44-35 con un juego parejo.

La figura de Reinick creció mucho en el tercer cuarto. La salida de los internos de Atenas, Lewis y Williams en el segundo cuarto fue un punto a favor de Peñarol, pero en el tercer cuarto el “Colo” se la bancó contra los dos internos extranjeros.

De todos modos el tercer cuarto fue atípico. Los primeros 6 minutos fueron muy buenos para los cordobeses. Lograron otra vez, como en el primer cuarto llevar el partido a un terreno de quietud, de incertidumbre, de lucha y defensa para ubicarse 46-41a falta de 4:15. Pero no lo aprovechó, encontró un par de tiros claros, sin marca, pero no los metió y luego Lewis forzó otro tanto algunas situaciones donde debió pasar el balón y no encerrarse. Hasta que Peñarol encontró sus 4 minutos de furia, que habitualmente por partido siempre tiene.

Empezó con dos libres de Leo Gutiérrez, un doble más del propio Leo y dos triples seguidos, de Campazzo y Safar. De repente, en menos de dos minutos hubo un parcial 10-0 (56-41) para tomar una diferencia impensada para lo que el partido estaba dando. De repente Atenas entendió que estaba dando todo y el marcador decía 15 abajo. Acaso sin poder explicárselo.

El tercer cuarto cerró 61-43 con un Peñarol de pie mentalmente, imponiendo otra vez su contundencia, en el marco de un partido parejo. Fue una guerra de nervios ganada por el local, que esperó su mano de K.O sabiendo que en algún momento llegaría.

Para el último cuarto Seba González decidió salir con Barovero de escolta a lado de Bruno Lábaque para buscar algún triple que descontara rápido la diferencia mientras Peñarol mandó a Leiva que descansaba desde el primer segmento para cerrar el juego.

Y Peñarol con la ventaja en mano no se le escapó el cierre. Tuvo a Tato Rodríguez con Campazzo para manejar el balón, la inteligencia táctica de Leo Gutiérrez y la capacidad de seguir luchando de todo el equipo a pesar de la diferencia.

Los tiradores de Atenas no habían encontrado efectividad y sobre el final un par de bombas de Barovero descontaron un poco (66-54), aunque el partido ya se había definido y Peñarol marchó tranquilo hasta el cierre.

Justo cuando se disponía a festejar, en la última bola del juego y falta de un segundo, Kyle Lamonte se disponía a cerrar el partido con una volcada de espaldas en contraataque. Bruno Barovero entendió que no era el modo de cerrarlo, lo corrió de atrás y le cortó la acción de manera muy violenta poniendo en riesgo el físico de ambos. Desde allí en apenas unos segundos se armó el descontrol.

Todo el banco de Atenas saltó a la cancha y se armó un descontrol de algunos minutos. Sergio Hernández logró frenar a su banco para que no ingresara. Barovero fue descalificado y los 6 suplentes de Atenas expulsados por “reyerta” según explicaron los árbitros.

Esta acción del final, innecesaria, fue la muestra de cómo Atenas dejó que un buen partido se le fuera de las manos. Estuvo mucho mejor que en el primero, no tuvo efectividad pero se descontroló. Y perder la línea ante Peñarol es perder el partido.

Síntesis
Peñarol (82): Sebastián Rodríguez 10, Kyle Lamonte 11, Nicolás Lauría 7, Leo Gutiérrez 17 y Martín Leiva 1 (FI) Ale Diez 1, Marcos Mata 7, Facundo Campazzo 15, Selem Safar 8 y Alejandro Reinick 5. DT Sergio Hernández

Atenas (62): Bruno Lábaque 4, Matías Lescano 11, Miguel Gerlero 0, Greg Lewis 14 y James Williams 13 (FI) Diego Gerbaudo 5, Juan Manuel Rivero 0, Pablo Orlietti 0, Felipe País 6, Mariano García 6, Bruno Barovero 7. DT Sebastián González.

Parciales: 20-22, 44-35 y 61-43
Árbitros: Chiti- Fernández y Vito
Estadio Polideportivo Islas Malvinas


Pablo Tosal
En twitter @pablotosal
www.pickandroll.com.ar

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