domingo, 8 de mayo de 2011

El sueño de ascender quedó hecho trizas

La llama, la esperanza que se encendió el viernes por la noche en Entre Ríos se apagó finalmente para Alianza Viedma, porque ayer cayó ante Tomás de Rocamora y se quedó en las puertas del ascenso al TNA. Los litoraleños sellaron la serie final por 3-1 (81-71) y desataron la fiesta en el 'Julio Pacagnella'.

La historia de este cuarto choque comenzó como el capítulo anterior, cuando sobre el final se llevó el partido la fusión. Claro, esta vez terminó muy diferente, con alegría local y desazón rionegrina. La visita largó muy bien, aprovechó los nervios del local y gracias a Martirena y Brizuela, ganó en la zona pintada para llevarse el primer cuarto por un buen margen: 21-12. Un dato que luego se revirtió: no hubo reacción de Rocamora ante la defensa intensa de los rionegrinos.

En el siguiente parcial, los litoraleños fueron más efectivos en el perímetro y achicaron la diferencia desde el arranque, hasta ponerse a tres puntos (21 a 24).

A 4 minutos del descanso, la fusión se secó y no pudo mantener todo lo bueno que había realizado en el inicio. Por eso, Rocamora comenzó a mandar en el score (31-30) y en los últimos segundos del primer tiempo estiró la diferencia a 36-33, con un parcial de 24 a 12.

La falta de efectividad le costó caro a Alianza cuando volvieron del descanso porque, para colmo, los dueños de casa sí estuvieron finos desde la zona de tres puntos y en el tercer cuarto sacaron una ventaja de 11 unidades (51-40), con 13 de Matías Novello (tres triples en ese momento).

En los últimos minutos del lapso, la fusión no pudo recuperar su juego ante la presión de un Rocamora que amplió la diferencia en el final por 13 (62-49).

La ilusión de ascenso de Alianza se fue esfumando a medida que el cronómetro avanzaba y el triste final se tornaba inevitable. Es que en el último cuarto Rocamora planchó el partido, gastó lógicamente los minutos y ante la falta de la reacción de la visita el resultado, a siete minutos del final, era un lapidario 70-52. Por eso la fiesta comenzó antes en las tribunas, mientras los viedmenses se quedaron con las ganas de un quinto juego en casa.

Fuente: Diario Río Negro 8 de Mayo 2011.-

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