lunes, 16 de mayo de 2011

A un paso del cielo!

En un partido sin equivalencias, Quilmes de Mar del Plata vapuleó a San Martín de Corrientes 101-68 y puso la serie final del TNA 2-1 a favor y el martes se puede consagrar en el 4to juego, otra vez en Once Unidos. El local abrió diferencias notables desde el primer cuarto y nunca hubo paridad. Phillip Mac Hopson otra vez goleador.
La señorita se veía intranquila. Había hecho de sus dedos el lugar preferido para descargar sus nervios. Ya iba por la quinta uña masticada antes que comenzara el partido. El estado de tensión era general.

La historia misma de Quilmes es un largo camino de dificultades y desencuentros. ¿Las cosas pueden salir mal otra vez? Esta pregunta persigue como cruz a la gente del cervecero. Por eso la señorita se devoraba sus uñas antes del partido. Por eso la cancha estaba llena 40 minutos antes del comienzo, la ansiedad es la madre de todas las sensaciones en Once Unidos.

Los únicos que tenían un foco diferente, que estaban concentrados y no abrumados eran justamente los jugadores de Quilmes, que no se contagiaron del clima sino que jugaron con un aplomo sorprendente y brindaron un partido de alto vuelo.

Desde la primera pelota que tomó Nicolás Ferreyra hasta la última que defendió Nacho Alessio con presión sobre el pivote rival a falta de 30 segundos para que termine el juego, Quilmes mantuvo su foco, su concentración sobre el trabajo a realizar y cómo realizarlo. Fue una aplanadora de efectividad sobre el plan de juego establecido.

Después del 4-4 inicial, Quilmes tuvo una secuencia de tres defensas seguidas de recupero y rebotes defensivos que terminaron en salidas claras para el contraataque, no obstante el base Ferreyra negó el primer pase a Hopson para que el escolta no entrara en un remolino directo al aro, como suele hacer, sino que frenó y pensó por todos. Alimentó a Pomare y Espinoza, rotó el balón y con gol en todas las posiciones se escapó 11-4 (a falta de 5:50)

Ariel Rearte, técnico de la visita, paró rápido el partido con un minuto, porque no quería que el local tomara vuelo. Pero nada cambio en las siguientes acciones, al contrario, Quilmes mejoró y metió 4 puntos seguidos en bandejas de contraataque. Otra vez Rearte paró el partido con un tiempo muerto apenas un minuto y 10 segundos después del pedido anterior. Ya el tablero marcaba 15-6 a falta de 4:40.

Tampoco la rotación Ceruti, Andy Rodríguez, Iglesias traía mucho desde el banco. San Martín hacía agua en ofensiva porque no podía tomar buenos tiros. Su base estaba controlado y el juego también. El parcial se amplió y fue 18-2 para abrir una brecha muy grande en el cuarto inicial (22-6) en 6 minutos.

“Goyo” Eseverri se lesionó y en un choque quedó dolido en sus músculos intercostales y tuvo que ir directo para el vestuario a falta de 2.00. El ingreso de Sepúlveda en su reemplazo no puede haber sido mejor con 5 puntos seguidos y dos rebotes ofensivos. Quilmes cerró arriba 34-17 el primer cuarto. Con 4/6 en triples y 8/12 en dobles.

Su efectividad fue grande, es cierto, pero la mayor virtud del local fue el aplomo con que los jugadores tomaron el partido para comerse de un solo bocado la presión de la gente. Por el contrario, San Martín salió a testear el juego, sin la intensidad necesaria, ni la efectividad de los primeros buenos tiros que tomaron. Iban una marcha o dos más abajo que Quilmes. Cuando quiso reaccionar el partido se le había ido y no hubo respuesta alguna.

En el segundo cuarto Quilmes siguió ampliando la brecha, Phillip Hopson abusó de su talento para dar un recital de rompimiento y descargas, asistencias, rebotes y puntos. Sepúlveda estuvo con la mano en llamas y metió 13 puntos en la primera mitad lanzando para 19.

La marca presión en el poste bajo a Glover era un permanente encierro a la hora de revertir el balón para San Martín. Así perdieron 9 pelotas en el primer tiempo, bien capitalizadas por el local. Con apenas 2/9 en triples y 9/20 en dobles, los 34 puntos de los correntinos, no estaban tan mal. Lo que era inadmisible (y más en una final) es que el equipo local haga 62 puntos en un solo tiempo.

Ni al más pesimista hincha de Quilmes se le podía ocurrir que a su equipo se le escapara ese juego. Y la señorita cercana al pupitre de prensa ya dejaba de comerse las uñas por sus nervios.

El segundo tiempo fue lógico y consecuencia del primero. Quilmes llegó a disfrutar de una máxima de 38 puntos (74-36) en el marco de un partido muy bueno de “Gino” Pomare, lastimando mucho en el corazón de la pintura rival y haciendo algo que no había podido en Corrientes: agarrando rebotes (11).

San Martín, perdido porque sus dos mejores piezas ofensivas estaban desaparecidas (Elías Saad y Ramírez Barrios) apeló a su orgullo deportivo para meter un poco de presión en el balón y le hizo perder 6 pelotas en 5 minutos al local. Así cerró el cuarto con un parcial 2-15 a favor y descontar la ventaja a 25 (75-51) al cierre del tercer cuarto. Fue un buen momento de Ariel Pau con 8 puntos seguidos para lastimar la defensa rival.

El último cuarto abrió con un triple de Hopson (79-51) que volvió al juego justamente para encargarse del cierre. En la visita solo quedaba algo de lugar para la voluntad deportiva de Sebastián Castiñeira y la personalidad del “Bebo” Ceruti para hacerse cargo de la ofensiva y muy poco más. Hacía rato que el equipo visitante daba la señal de querer irse, barajar y dar de nuevo, para jugar una mano completamente diferente.

Quilmes cerró el juego con juveniles y suplentes, San Martín como pudo, en la situación descontextualizada de vivir una diferencia de 30 puntos en una final. Un juego sin equivalencias para analizar.

Finalmente en el medio de los festejos ya no había más una señorita que se comía la mano con sus nervios, en esto de que la alegría tenga que ser un parto. Al parecer alguien se acercó y le dijo: “tranquila, todo va a salir bien, seguro serán varón”.

Síntesis
Quilmes (101): Nicolás Ferreyra 11, Phillip Hopson 22, Gregorio Eseverri 7, Pablo Espinoza 7 y Leonardo Pomare 18(FI); Mario Sepúlveda 17, Leonardo Peralta 4, Facundo Piñero 2 (x), Dragan Capitanich 5, Ignacio José Alessio 5, Maximiliano Iturrioz 3 y Federico Cabezas. DT: Daniel Maffei.

San Martín (68): Julián Olmedo 3, Fabián Elías Saad 9, Sebastián Castiñeira 12, Fabián Ramírez Barrios 2, Anthony Glover 13 (FI); Ariel Pau 11, Ramiro Iglesias 0 (x), Mariano Ceruti 9, Javier Abbadie 4 y Andrés Rodríguez 5. DT: Ariel Rearte.

Parciales: 34-17, 62-34, 76-51.
Árbitros: Julio Dinamarca, Alejandro Trías y Cristian Salguero.
Estadio: Once Unidos

Pablo Tosal
En Twitter @pablotosal
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